Internamente tenemos este conflicto. A veces no sabemos si es correcto desearlo todo o desear sólo un poquito. Creemos que desearlo todo es malo, que podemos estar pecando, a veces lo confundimos con ambicioso. Vamos a aclarar algunos puntos.
Nuestro deber es desearlo todo. Es decir, desear mucho.
Cuando deseamos poquito, llega poquito… somos un poquito felices. El universo es abundancia total, lo que debemos aprender es qué desear, cómo lo alcanzamos y para qué lo queremos.
¿Qué debemos desear? Debemos desear las situaciones que nos hagan felices, las que le suman al alma. Por ejemplo: Infinita salud, Amor incondicional, Paz, Relaciones positivas, Prosperidad, Voluntad, etc.
¿Cómo lo alcanzamos? El como es muy importante e involucra 2 principios muy importantes:
- Respetándote y amándote a ti mismo. Así de simple, primero debemos respetar nuestros principios y valores, amarnos a nosotros mismos. Si en el camino pierdes tu autoestima, es señal de que por ahi no es… Si mientes, traicionas tus principios y a ti mismo, entonces de esa manera tampoco es, etc.
- Sin impactar a los demás. Nuestra felicidad debe tener cimientos fuertes y es importante que la construyamos libre de karma negativo. Es decir, sin hacerle daño a los demás.
¿Para qué lo queremos? Siempre la razón debe ser para compartir con los demás. ¿Quieres salud? Pregúntate tus motivos y direcciónalos a compartir con los demás. Por ejemplo: Quiero salud para compartir con mis seres queridos, para estar con ellos en las buenas y en las malas, para amar a mi pareja, para seguir aportando en mi trabajo, etc.